Durante su estancia en el hospital de una semana sucedió practicamente de todo.
Pasaré por alto el triste episodio en el que le dijeron a mi madre que su operación al estar programada para la tarde podía desayunar algo ligerito y al llegar al hospital, mientras le ponían la via para llevarla al quirófano le preguntaron si evidentemente iba en ayunas, a lo que mi madre respondió que no, ya que le habían dicho que podía desayunar. Vendita pregunta que si no se la llevan a quirófano con el estómago lleno, porque según ellos ahora la operación estaba programada para por la mañana.
Prosigamos a ver algunas de las instantáneas que tomamos con sus respectivos comentarios:
Nada más llegar a la habitación nos percatamos de que la cortina estaba completamente rota y colgando.
A nuestro armario le faltaba el tirador.
El asiento estaba de esta guisa.
Aquí lo podemos apreciar más de cerca.
Así estaban las paredes de la habitación.
Estas son unas sabanas recién puestas, limpias y listas para ir al quirófano.
Aquí lo apreciamos mejor.
Desde hace algunos años nos quieren vender la moto de lo afortunados que somo los españoles de tener un servicio sanitario público como la seguridad social y encima gratuito,..., ¿gratuito? ¿soy a la única trabajadora que todos los meses le quitan un porcentaje de su nómina para la S.S.?
La pura realidad es que esta habitación de la tercera planta estaba preparada para ser demolida y volverla a construir, ya que tampoco quiero mencionar el edor que salía del cuarto de baño que en nada tenía que envidiar al de los urinarios públicos. Al preguntar a las enfrmeras se escusaban en que eran problemas de cañerías.
Este es un pequeño resumen del aspecto "físico" del hospital, pasemos ahora a un aspecto algo más "humano".
Evidentemente, mi madre tras salir del quirófano salió con una sonda para la orina, pues bien la segunda noche a una de las enfermeras, con su "habilidad" nata, se le calló la bolsa con la orina en la habitación, su solución a tal problema fue esta:
Exacto, llenar el suelo de empapadores.
Cuando yo llegué eran las 6:30 de la mañana, mi madre me dijo que había ocurrido de madrugada, me fui al control de enfermeras a avisar y muy amablemente me dijeron que el servicio de limpieza ya estaba avisado.
A las 8:30 volví al control para que por favor me dieran una fregona para limpiar la habitación, ya que entre el olor del baño y el que estaba desprendiendo la orina que se estaba secando no se podía estar en la habitación. La enfermera, esta vez con toda la soberbia y mala educación del mundo me dicen que ya me lo dijeron antes, que el servicio de limpieza estaba avisado, me dijeron que pusiera más empapadores.
A las 9:30 llega la señora de la limpieza y la decimos que si le parece normal que una habitación esté llena de orina tantas horas a lo que la señora nos contesta: me han dado el aviso hace 10 minutos. JA JA JA, es o no gracioso.
Estas mismas enfermeras, unas noches despues, tardaron en ponerle la cuña a mi madre casi 3 horas y una vez que se la pusieron, tuvieron a mi madre con la cuña puesta con la orina otras 2 horas. Mi madre ya se encargó de quejarse a quien se tenía que quejar y las enfermeras se quedaron como un guante.
Así que señores este es nuestro país. Solo espero que cuando ingresen a las madres de estas enfermeras, den con enfermeras mejores de lo que ellas lo son. Y si algún día llegan a leer este post, un consejo, cambiad de trabajo, no valéis para lo que estáis haciendo, dedicaros a algo más apropiado para vosotras, como por ejemplo,..., no se realmente no se me ocurre ningún trabajo que podáis realizar, cuando hasta vuestras propias compañeras nos animaban a que pusieramos una queja.
También quisiera dejar claro que eran unos 3 garbanzos negros y el resto eran unas chicas estupendas y serviciales.